CUATRO [4”] SEGUNDOS

Catro segundos fue el tiempo que le llevó a este montón de hierros caer sobre mi cuerpo, unos segundos que en esta ocasión sacaron lo mejor y lo más puro de mi. El miedo se diluyó para dejar paso a un cuerpo ágil y resolutivo. Esta pieza habla de accidentes, de riesgo, de vida y de autoconocimiento. Cuatro segundos nos recuerda al animal que llevamos dentro, ese animal que en ocasiones nos puede llevar a salvar la vida.

Todo estaba yendo muy bien, pero de repente percibí algo que no comprendía. no era una sola cosa la que me empujaba, sino varias. Eran señales anomalas que precisamente me avisaban de que a partir de este instante las cosas iban a cambiar. Un mirada extraña del público, la parálisis de mi compañero, el silencio inapropiado la señora y su hijo, el sonido metálico de un hierro… no daba crédito. ¿De verdad? Muchas preguntas y muchas respuestas. Una decisión, pocos segundos, una eternidad. Pero… ¿quién está moviendo mi cuerpo? No sabía que el cuerpo se movía solo. Aún así tenía pensamiento que no paraban de correr por mi cabeza: porque solo tenía cuatro segundos. Pensamientos que mi cuerpo no escuchaba porque él también sabía que solo tenía cuatro segundos. Unos segundos eternos en los que la imposibilidad de la física no era tal. Fue solamente al final que lo imposible se hizo a sí mismo y mi cuerpo se volvió vulnerable. En un suelo frío y duro, con un sabor a hierro que me inundaba la cabeza.

DOSSIER

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IMÁGENES SALA

Clara Pedrol Showpics